29 de enero de 2012

Salida día 4 de Febrero: El Torrecilla desde el Mirador del Caucón

Participantes: Ana, Jerónimo, Antonio Muñoz, Fina, Lola Díaz, David, Manuel de Nerja, Antonio de Fornes, Paco Ruiz, Fali, Jesús, Miguel Sánchez y la Pulgui.


Caucón, Tajo de la Caína, Cañadas de la Perra, Carnicería y Froncaire, Torrecilla, Pilar de Tolox, Meseta de Quejigales, Enamorados, Llanos de la Casa, Caucón.

Distancia recorrida ≈ 20 Km.
Desnivel acumulado ≈ 1100 m.

Ruta en Wikiloc

Tuvimos la agradable compañía de Antonio Muñoz y Fina que se levantaron a las 5 de la mañana en Granada para estar a las 8,30 en Yunquera.
Desayuno en Yunquera: molletes aderezados con aceite, mantecas colorá y blanca, tomate y café…un excelente desayuno.
No se equivocaron los del tiempo. Habían predicho frío y viento y frío y viento tuvimos. Partimos del Caucón con -4ºC y en la umbría debajo de la Era de los Gamones ya teníamos -7ºC. Aún estábamos protegidos por el bosque de pinsapos y no habíamos sentido las acometidas del vendaval. Se hicieron presentes por el Tajo de la Caína, tanto que no nos acercamos a los tajos por miedo a caer. La Cañada de la Perra nos protegió un poco del viento, no del frío porque la temperatura seguía a -6ºC y comenzamos a pisar la nieve, helada pero aún crujiente, sin peligro de resbalones.
Antes de salir por el Puerto de la Perra nos reagrupamos porque sabíamos que en esas parameras el viento y el frío no nos iban a dar cuartel. Y así fue. El viento helado atería lo único que llevábamos descubierto, los ojos y un trocito de la cara. Hubo que caminar rápido para combatir el viento helado y hasta los instantes que paramos para hacernos fotos en la nieve se nos hacían casi insufribles.
En un recodo de la cañada de la Carnicería hicimos el Ángelus. Parada muy cortita porque el frío no permitía otra cosa, antes de entrar en Froncaire. Precioso y añoso pinsapar cubierto de la nieve impoluta. En él abrimos el mínimo camino para intentar dejarlo tan virginal como estaba. Y del Pilar de Tolox al Torrecilla por una concurridísima senda. Siempre pasa lo mismo, los picos más altos son los que atraen al personal. La subida al Torrecilla será una de las partes más feas de la Sierra de las Nieves, pero es la que atrae a los visitantes. La senda al pico estaba helada, casi una pista de patinaje que sorteamos yendo de piedra en piedra y por la nieve fuera de la senda. En el pico, a -8ºC y con un vendaval horroroso, no se podía estar, así que llegamos hicimos una rápida foto, no sé para qué porque se aprecian unas anónimas figuras cubiertas de anoraks y gorros que pueden ser cualquiera, y nos dimos la vuelta. La senda de bajada, como preveíamos, era un tobogán de hielo. Tuvimos que salir de ella y buscar las piedras y sabinas para ir bajando despacito.
En el Pilar de Tolox nos esperaba Miguel que no había subido porque cuando se dio cuenta que la perra no venía tuvo que dar media vuelta y bajar a buscarla, con tan mala fortuna que resbaló y rompió la botella de tinto. En el Pilar encontró a la Pulgui que, con mejor criterio que nosotros, había preferido quedarse con los caminantes que estaban almorzando y ayudarles a vaciar las fiambreras.
En un carasol del Pilar comimos a 0ºC, pero protegidos del viento nos parecía que estábamos en el paraíso. Nos tomamos nuestro tiempo, como siempre. Reímos, charlamos, hicimos honor al nombre del grupo y terminamos con café, té y orujos varios.
Pero el helado vendaval no había amainado. Nos esperaba. Cuando salimos de la protección del peñasco del Pilón de Tolox volvió a castigarnos sin misericordia y así siguió por toda la interminable paramera de Enamorados hasta que entramos de nuevo en el pinsapar en la cañada del Saucillo. Allí respiramos un poco más tranquilos, bajamos a los Llanos de la Casa y por la senda de la cañada de Juañisclo Huelma al Caucón.
Un día de sol, con temperaturas siempre más bajas de -4ºC y un vendaval inmisericorde que aumentó la sensación de frío a entre -20ºC y -25ºC. A pesar de las inclementes condiciones hicimos el recorrido que nos habíamos propuesto y a buen paso; no quedaba otra para combatir el frío.



Por el Pinsapar de los Lajares

En el Mirador del Tajo de la Caína

Enfilamos hacia la Cañada de la Perra

Pinsapos y quejigos en la Cañada de la Perra

Llegando al Pto. de las Boas

Por el Cerro del Chaparral

Antonio bajo un quejigo helado

Grupo

Por la Cañada de las Carnicerías

Entrando en Cañada de Froncaire

Sombras en el Pinsapar de Froncaire

Llegando al Pilar de Tolox

Bajando del pico

Carasol en una oquedad del Pilar de Tolox

Chorreras heladas

Dejamos atrás el Torrecilla

Por la Meseta de Quejigales

Muerte

y vida

Por el Peñón de Enamorados

De vuelta por Los Ventisqueros

23 de enero de 2012

Salida día 28 de Enero: El Cielo por Lomas Llanas

Participantes: Ricardo, Carlos, Isabel, Fali, David, Antonio de Fornes, Paco Ruiz, Jesús, Ana, Jerónimo, Paco Ponferrada, Manuel de Nerja

Distancia recorrida: 20,6 km
Desnivel de subida acumulado: 1.444 m

  • Vídeo de la salida




Isabel, bienvenida al grupo. Demostraste estar en plena forma.

Desayuno en Caleta, recogida de Manuel de Nerja en la cueva de Nerja, salida del Pinarillo a las 8.40.


Mapa de la ruta

Después del infernal carril del Pinarillo salimos en dirección al barranco de Cazadores y antes de llegar a él vimos la mayor novedad botánica de la jornada, la Ophris fusca comenzando a florecer.

Ophrys fusca

Tomamos el barranco a buen paso para combatir el frío, con un cielo casi sin nubes y con la perspectiva de las partes altas de la cordillera nevadas. Al iniciar la senda que sale del barranco nos dividimos en dos grupos, uno que siguió por el barranco y otro que tomó la senda, bueno, tomo otro barranco hasta llegar a la senda. Como se ve, un grupo muy unido. A esto nos lleva nuestro talante democrático.

Primeros rayos de sol sobre el Almendrillo y el Almendrón

Pasando un canchal

Reunidos más adelante proseguimos a buen ritmo, sin parar en ninguno de los miradores habituales, ni siquiera en la separación hacia el barranco del Rey. Al tomar la cañada que nos saca del barranco de la Encina los de la cabeza se detuvieron un poco y nos reunificamos.
El día se había ido nublando y enfriando de modo que a mitad de la cañada entre el barranco de la Encina y Lomas Llanas, cuando comenzamos a pisar nieve, teníamos 4ºC y sin sol. Sea por la nieve sea por el despiste, sobrepasamos la senda que desde la cañada sale a Lomas Llanas. Hubo que bajar un poco a reencontrarla y de nuevo aquí se demostró la unidad del grupo: cada uno tiró por donde le dio la gana para intentar llegar a la senda. Se ve que teníamos ganas de triscar en la nieve y entre la maleza.


Barranquillo hacia Lomas Llanas

Momentos

Como somos previsores, en una salida anterior se pusieron mojones en la salida de la senda hacia Lomas Llanas y en Lomas Llanas durante un trecho. Gracias a ellos nos despistamos varias veces pero retomamos la senda totalmente oculta hoy bajo la nieve. Bajo uno de los memorables pinos de Lomas Llanas tomamos un rápido Ángelus y enseguida nos pusimos en marcha para combatir la tiritera. Del barranco de la Higuera comenzó a subir una espesa niebla que iba invadiendo el pinar; lo que faltaba para arreglar el frío y la nieve del día. El puerto de la Orza, hacia donde nos dirigíamos se veía cuando la niebla lo permitía, pero lo suficiente para llegar a él sin problemas y ascender de él al Alto del Espartal. Allí la niebla se disipó y nos permitió ver la cresta que nos conduciría al Cielo y los tocones y pinos ennegrecidos que había dejado el incendio del pasado verano en la ladera Oeste del Alto del Espartal y en la cañada siguiente. Afortunadamente el incendio fue muy limitado.

El Navachica

Pinar incendiado por el Cerro del Alto del Espartal


Por la cresta llegamos al Cielo y hartos ya de nieve decidimos, no sin controversia, bajar hacia la Civila. Efectivamente, en la cara Sur, poco más abajo del Cielo ya no había nieve. Paramos a comer en la cresta que da hacia el Arroyo de la Miel y la Herradura y nueva discusión por el lugar para sentarnos. Algunos tuvimos que volver a meter en la mochila el condumio y la bebida y trasladarnos unos pasos más al Este donde, supuestamente, había un “sitio magnífico”.

Llegando al Cielo

Grupo en la cumbre del Cielo

Bajando de la cumbre

Parada para contemplar Nerja y la costa

Muy buen rollo durante la comida y de nuevo en la senda para bajar a la Civila, atravesar el Sanguino y dejar el carril por la senda que sube a Cerro Molinero y baja al comienzo del barranco de Cazadores. De allí a los coches y a las 6 de la tarde partida del Pinarillo a casa.

Almendros en flor en el Cortijo de la Civila

Cortijo de la Civila

otrora lleno de vida

hoy sólo silencio y ruinas.

Tus bancales sin cultivo

con almendros que aún florecen

y olivos que fruto dan

pero ni olivas ni almendras

a nadie aprovechan ya.

En tu fuente rumorosa

ya no se escuchan las charlas

ni los cantos ni las risas

de las mozuelas serranas.

Los corrales sin ganados

las cuadras sin animales

las cocinas sin rescoldo

los cuartos sin habitantes

y los poyos sin ancianos

Hoy solo van por allí

caminantes con mochilas

y aunque pasen a tu vera

a tus ruinas ni se acercan,

su vida ya nada tiene

que ver con la que en ti hubo,

cortijo de la Civila.


Flor de romero (Rosmarinus officinalis)

El Pinarillo desde las laderas del Cerro Molinero

La grieta del Bco. de Cazadores

16 de enero de 2012

Salida día 21 de Enero: El Trevenque

Trevenque y alrededores. 21 de enero de 2012


Participantes: Ana, Paco Ponferrada, Lola Valle, Paco Zambrana, Mª Carmen, Paco Ruiz de Vélez, Luci, Ricardo David, Carlos, Jerónimo, Antonio Fornes, Fali, Jesús, Ignacio Escobar y Antonio Muñoz.

Desnivel ≈ 900 m
Distancia ≈ 20 Km.

Vídeo de la salida:



Recibir de nuevo en el grupo a Mª Carmen (que se tiene que entrenar más), a David y a Ignacio. Agradecer a Antonio su magnífica labor guiando al grupo
Desayunamos en la cafetería Benidorm de La Zubia, a las 8.15, hora que abrían la cafetería y salimos con dirección a Cumbre Verdes y al Canal de la Espartera.
Antes de llegar al canal ya había bastante nieve y el último repecho al aparcamiento del canal estaba helado.
Comenzamos sobre las 9,30, a 2,5 ºC, pero sin viento y con un sol magnífico. Toda la Sierra refulgía de blancura. Echamos por el camino de la Dehesa, senda en algunos puntos desaparecida por la construcción de un carril para una urbanización que, afortunadamente, no se llegó a construir en la finca Rosales.
Pasamos por el mirador del Trevenque y continuamos el carril que sube con suavidad y en algunos puntos marca la divisoria entre el Dílar y el Monachil. Donde termina el carril está el collado de la Esfinge a la derecha, más abajo, y a la izquierda parte una senda de montañero que se acerca muy empinada al roquedo de lo alto del Trevenque, lo sortea por la derecha, pasa al Sureste y termina la ascensión. El Trevenque es un nido de águilas, aislado, con grandes repechos por cualquier parte que se mire y con unas magníficas vistas panorámicas sobre los 4 puntos cardinales. En días con nieve la vista de la parte alta de la Sierra es inolvidable.
Descendimos por el Este hacia el collado Martín y por el carril bajamos hacia la Cortijuela, entre magníficos Pinus silvestris autóctonos entre los que aparecen algunos tejos. En la Cortijuela un ejemplar de Larix decidua, alerce europeo, única conífera europea que pierde la hoja en invierno, y una hermosa fuente.
De la Cortijuela subimos por encima de los acantilados rojos a dar vistas al Monachil. La nieve estaba casi sin hollar, arremolinada en algunos sitios y era costoso caminar. Por la cresta nos acercamos hacia el Picacho (no sé si se llama así), que está al Norte del Pico de la Carne, lo rodeamos por su base dando vistas al Sur y de allí continuamos descendiendo por el bosque de pinos hacia el puente de los Siete Ojos y a los coches.
Día magnífico, soleado, sin viento, excelente aunque con la temperatura entre 2 y 9ºC, y en alguna umbría cerca de 1ºC.
Para terminar tomamos café con Javier y Pili y nos llevamos de regalo un hermoso libro de la Mariposas Diurnas de Sierra Nevada.


 Primeras rampas por el Camino de la Dehesa

 Dando vistas al Pico de la Carne

Blanco manto
Frío intenso
Silencio y paz

Grupo en la solana
Sol acariciante
Tibio bienestar


La vereda se vuelve más empinada

El camino que vamos dejando atrás

Duros repechos hasta la cumbre

Rocas curiosas

Duro repecho
Esfuerzo arduo
Lento avanzar

En la cumbre

Grupo en el Trevenque (2.079 metros)

Nido de águilas
Diáfano horizonte
Blanca inmensidad

Bajando del Trevenque

Luces y sombras

Carlos y el Trevenque

Carlos y Antonio en la nieve

Bajo un gran pino

Pinos añosos
Sombra evitada
Juegos nivales

La Cortijuela

Fuente fresquita
Rojos cantiles
Nueva ascensión

Bajo los tajos coloraos de La Cortijuela

Con la nieve sobre los tobillos

Nieve crujiente
Engañadora
Pasos costosos

Comida

Pico del Trevenque al atardecer

Luz de atardecer
Piernas cansadas
Umbría helada

Guía excelente
Amena charla
Regalo final

Vinos