Descripción de la salida por el Canuto de la Utrera y río Manilva
Participantes: Cecilio y Victoria, Paco Zambrana y Lola Valle, Lola Díaz, Paco Ponferrada, Jerónimo, Ricardo, Jesús
Comenzamos la ruta con mucha alegría porque llevábamos nuevos compañeros, Cecilio y Victoria, y, sobre todo, porque Lola Díaz volvía otra vez al monte después de 16 meses de ausencia obligada. BIENVENIDOS.
A pesar de las indicaciones de Manuel de Málaga y de haber estudiado la ruta en el mapa, nada más salir, a 100 m de los coches nos confundimos en el primer cruce. Retomado el carril que nos llevaba al Canuto, nueva parada porque a Lola Díaz se le rompieron las botas. Cosas de tener el material de montaña almacenado mucho tiempo sin sacarlo. Menos mal que Ricardo le rehizo las botas con cinta de pegar y… al camino otra vez.
Muy bonito el Canuto, con mucha vegetación que apenas dejaba una estrechita trocha para la senda en algunos sitios, con paredones verticales mostrando curiosas formas de erosión, y con algunas florecillas que nos alegraron el camino.
Al llegar a la plataforma petrolífera, salir descendiendo por la izquierda. El resto no tiene pérdida hasta desembocar en el carril que va por la margen derecha del Manilva.
Después de encomendarnos a San Adolfo en su ermita, visitamos un curioso acueducto y los baños de la Hedionda que dejamos para la tarde.
La poza de la Paloma, preciosa y más bonita aún la del Diablo. Regreso para comer en la de la Paloma y luego baño en la Hedionda, que no era tan mal oliente como su nombre indicaba.
Nueva reparación de las botas de Lola antes de enfilar el Canuto hacia arriba y sin más contratiempos llegamos a los coches.
Excursión cortita, con poco desnivel, pero con muchos atractivos para disfrutar. Se repetirá.
Participantes: Cecilio y Victoria, Paco Zambrana y Lola Valle, Lola Díaz, Paco Ponferrada, Jerónimo, Ricardo, Jesús
Comenzamos la ruta con mucha alegría porque llevábamos nuevos compañeros, Cecilio y Victoria, y, sobre todo, porque Lola Díaz volvía otra vez al monte después de 16 meses de ausencia obligada. BIENVENIDOS.
A pesar de las indicaciones de Manuel de Málaga y de haber estudiado la ruta en el mapa, nada más salir, a 100 m de los coches nos confundimos en el primer cruce. Retomado el carril que nos llevaba al Canuto, nueva parada porque a Lola Díaz se le rompieron las botas. Cosas de tener el material de montaña almacenado mucho tiempo sin sacarlo. Menos mal que Ricardo le rehizo las botas con cinta de pegar y… al camino otra vez.
Muy bonito el Canuto, con mucha vegetación que apenas dejaba una estrechita trocha para la senda en algunos sitios, con paredones verticales mostrando curiosas formas de erosión, y con algunas florecillas que nos alegraron el camino.
Al llegar a la plataforma petrolífera, salir descendiendo por la izquierda. El resto no tiene pérdida hasta desembocar en el carril que va por la margen derecha del Manilva.
Después de encomendarnos a San Adolfo en su ermita, visitamos un curioso acueducto y los baños de la Hedionda que dejamos para la tarde.
La poza de la Paloma, preciosa y más bonita aún la del Diablo. Regreso para comer en la de la Paloma y luego baño en la Hedionda, que no era tan mal oliente como su nombre indicaba.
Nueva reparación de las botas de Lola antes de enfilar el Canuto hacia arriba y sin más contratiempos llegamos a los coches.
Excursión cortita, con poco desnivel, pero con muchos atractivos para disfrutar. Se repetirá.