Salida día 20 de Noviembre: Huma desde El Valle de Abdalajís

EL HUMA. EL TORCAL DEL CHARCÓN. LOS COMIENZOS.

(Donde una montés preguntó por Fali)

Paco Ponferrada, Lola Díaz, Antonio Sánchez, Paco Zambrana, Jerónimo y Lola Valle

“Los soles se ocultan, y pueden aparecer de nuevo"

Como otras veces, como otros años, como otras caminatas por el Camino del Canal, el sol se esconde. Hace no muchos años, entre las nieblas del Canal y no muy lejos del pico Capilla, Fali planeaba un verano en los Alpes que luego resultaron nublados.

¿Cómo estás Fali?. Una cabra montés entre las calizas parecía echarte de menos. Desde su cumbre esperaba tu señal cómplice.

El Huma tampoco mostró, esta vez, la abundancia de los días claros. Se oculta el sol. Aparecen poderosas las piedras y los paisajes circulares. El origen. Torcas. Un paisaje anterior a la agricultura, a las diosas. Anterior a Deméter y a su hija Perséfone. Aún no había aparecido el pecado original.

Prehistóricos anfibios. Un sapo también preguntó por ti en el cortijo de la Rejanada. Echó de menos tus manos vivificadoras. Manos de padre. Como la fuente echó de menos tu cantimplora y el vidrio de tu vaso dando un sorbo de manantial al grupo. Manantial primero: la piedra, la torca, la caliza.

Nos rodea Antequera, el valle de Abdalajís y el Guadalhorce.

Allí, en la alberca, quedó el sapo y fuimos a dar no con fósiles, pero sí con la lobularia marítima. Prerromana. Única planta, de color blanco en las torcas, encontrada por la cámara de Jerónimo. Testimonio de los brotes y de la luz.

Aparece de nuevo el sol. La comida fue verde, fresca, cariñosa, amable. Vinos aromáticos, jóvenes, biodinámicos, de las tierras del norte de Granada y Sevilla. Comunión y regocijo en Abd-el-Aziz, la antes Nescania.

No faltó tampoco el elemento agua. Pudimos contemplar las lagunas de Campillos, el pantano de Guadalteba y adivinar la cercanía de Fuente de Piedra. Terminamos con lluvia. Una lluvia resbaladiza, no caladera, que acompañaba la amistad, la charla, la contemplación, que templó el alma antes de llegar al bar del pueblo y a los coches. Las paredes calizas apenas se mojaron y Perséfone descansa eternamente en la charca.

Nadie se perdió en el Huma. Se llegó a la cumbre y al sueño eterno.

Quietud.

pero cuando nuestra efímera luz se esconde

la noche es para siempre,

y el sueño, eterno”

                        Catulo

Comenzamos caminando por el Camino del Canal

Caminando con el Pico Capilla cubierto de nubes

Torcal del Charcón

Otra del Torcal del Charcón

En el Cortijo de la Rejanada

Con mucho frío, como casi siempre, en la cumbre del Huma

La hora de los vegetarianos

Lobularia maritima

Vinos