12 de marzo de 2007

17 de Marzo> Maroma por La Alcauca

17 de marzo. ¡Por fin la Maroma!

Era menester subir ya a la Maroma. Ni los más antiguos del lugar hubieran comprendido el porqué de nuestra demora en tal empresa, por lo que pusimos manos a la obra y decidimos: “una de Maroma”.

En principió se había previsto subir por la Alcauca, pero dado que la mañana, y las orientaciones climáticas aconsejaban sitio de resguardo para la hora de la manduca, resolvimos hacerlo por el Robledal. Eso sí, el desayuno se haría en Ventas de Zafarraya, y allí nos congregamos algo más de cuarto y mitad: mis amigos Pedro y Rosa, (que habían manifestado en varias ocasiones su deseo de conocernos, a pesar del madrugón), Miguel Ángel, Paco Ponferrada, Adam Greenberg?, Fali, Cayetano (¡por fin! y ya prejubilado, con su Euromarket y Lázaro incorporados -cada vez son más-), Lola Díaz, Mariela, Mari Lobillo, Lola Valle, Ricardo, Bridget Mullins?, Paco Hernando, Jim Moore?, Paco Muñoz y Manuel. Es notorio que los nombres que anteceden al signo de interrogación no son oriundos de El Trapiche. En esta ocasión, y gracias a su presencia, nuestro grupo se hizo internacional con la incorporación de estos tres estadounidenses que, con el oficio de lector-bilingüe, (según me aclararon oportunamente nuestros docentes) están colaborando en colegios e institutos de parte de nuestros habituales.

La salida hacia la cumbre, a las nueve menos diez, con buen tiempo, algo de bruma a lo lejos y temperatura propia de la temporada y el lugar. A pesar del nutrido grupo de senderistas, el ritmo era vivo y alegre, comentarios por grupos de multitud de temas, como es habitual, y ánimo abierto y agradable.

La llegada al Salto del Caballo, pasadas las once de la mañana, fue un buen momento para reponer fuerzas con las consabidas exquisiteces de media ruta, pero eso sí, sin la ceremonia del Ángelus, dada la temprana hora.

Ya por los tajos del “volaero”, la niebla de la falda y de la cara sur (paradas las nubes en esa línea por los efectos del viento del norte), nos iban preparando el cuerpo sobre lo que podríamos encontrarnos en la cumbre, a la que llegamos, algo desparramados, en torno al medio día. Tras el correspondiente Ángelus, ya a palo seco, oficiado, como es de rigor, por nuestro Ricardito, y tras el vistazo de la sima, decidimos ir a la Tacita de Plata a comer para evitar el empeoramiento del tiempo que se dejaba sentir. Éramos los más madrugadores del mundo mundial, ya que en toda la bajada fuimos encontrándonos diversos grupos, siempre de subida.

La llegada a la Tacita, a una hora temprana para la normal de la comida, nos agrupó en torno a la manduca. Buenos y variados vinos, “tapes” a diestra y siniestra conteniendo toda suerte de maravillas apetecibles y sabrosas, amén de chorizos, salchichones, tortillas, en fin, el famoso restaurante con vistas que ya nos suena en este grupo y que siempre aporta ese toque de ensamblaje en un colectivo cada vez más potente. Como de costumbre, los “tapes” adelantaban por la derecha o por la izquierda con gran profusión. No aprendemos, ni aprenderemos, esto es consustancial con nosotros. ¡No dábamos abasto!. Los carrillos a pleno rendimiento, las manos, ambas dos, con ofertas culinarias de aquí y de allá, y nuestro somelier oficial (sin comer, como de costumbre), descorchando ante la presión popular, botellas a discreción. Algarabía en su más puro estilo montañero axarqueño.

Pero ese galopar en el comer, en esta ocasión, estaba intuido y casi consensuado sin acuerdo previo. Era menester acelerar por lo que se nos venía encima. Y se nos vino. Comenzó a chispear (incluso al poco de llegar), más tarde goterones del veinte, e inmediatamente, con frío bajo cero, granizo. El mismo que habíamos visto conservado en las umbrías cercanas a la cumbre. Así es que marica the last (por aquello de nuestros visitantes) y nos lanzamos, senda abajo, buscando el refugio de altitud más baja. Y con ese galopar hacia los coches, ya sin freno, aparecimos tempranísimos de vuelta (Mari Lobillo diría aquello de -¿por qué volvemos tan deprisa con lo temprano que es?-).


Nos sobraba casi toda la tarde, así es que decidimos hacer lo que antaño era ritual: tomarnos el café de despedida (en el bar del desayuno), para comentar y preparar la próxima salida. Ya se había acordado que el sábado que viene vamos a poner al “Gallo en Vilo”, porque tiempo ha que no realizamos dicha tarea. Así se acordó y así se debe de cumplir.

Temprano, contentos y satisfechos nos volvimos tras un bonito día

Manuel

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo también estoy interesado en acompañaros, os espero en la piscina cubierta a las 7,05, y como diría Fali Padilla, me hace bastante ilusión el subir.

Anónimo dijo...

Hola soy Lázaro.

Después de trés meses en el "más allá" he vuelto a la vida y estoy en el "más acá".

Soy como el Ave Fenix. Estoy vivo y coleando y dispuesto a dar guerra donde se tercie de ahora y para siempre jamás.

Tomo nota de la propuesta y espero que alguien me explique donde está la piscina cubierta.

Como díria el poeta "hasta luego"

"Lazarous"

Anónimo dijo...

Mariela y yo también vamos si tenemos que recoger a alguien en torre en la plaza de la axarquia que lo diga y pasamos por alli, si no viene nadie de torre nos iremos directo a la piscina cubierta, quizas nos acompañe una compañera del cole pero todavia no es seguro. No vemos el sábado.
FALI

Anónimo dijo...

Amigo Lázaro, la piscina cubierta está en Vélez-Málaga, junto a las instalaciones del Patronato Deportivo, en el barrio de Rubeltor.Igualmente, algunos del grupo salen de la plaza de la Axarquía, en Torre del Mar, a las 7 h. Te puedes incorporar en el sitio que más te convenga.
Saludos.
Paco Hernando

Anónimo dijo...

Hola a todos y todas.

Ya va siendo menester que subamos a La Maroma. Por tanto me apunto via Alcauca o lo que se tercie. Es decir, estaré el sábado, como un clavo, a las 7,00 h matutinas en la Plz. de la Axarquía para unirme al grupo en busca y captura de Paco Hernando.

Un abrazo montañero

Manuel

Anónimo dijo...

Hola Compis!
Una más para la Maroma, ya que esta semana no hay "Manifestación"...
Manuel, ¿quedamos a las 6´40 h. en la gasolinera del Rincón?

Un abrazo. Lola Díaz