31 de octubre de 2010
Salida DOMINGO 7 de Noviembre: Alpujarras: Soportújar - Capileira por Pte. Palo
25 de octubre de 2010
Salida día 30 de Octubre: Nerja - Sª de S. Juan - Cruz del Pinto
Sierras de San Juan y del Pinto
Victoria, Cecilio, Nico, Paco Ponferrada, Rafa, Jesús
17,5 km, 900 m de desnivel acumulado
La salida del sábado 30 no tuvo buena acogida desde el principio. La propuesta de los Alcornocales tuvo sólo respuestas de Victoria-Cecilio, Jesús y Rafa. El cambio a la zona de Nerja desanimó a Jerónimo y animó a Paco. Al final apareció Nico y los 6 desayunamos en Caleta y emprendimos con ganas la ruta propuesta.
Salimos de San Juan de Capistrano, subimos al collado de San Juan, bajamos al Chíllar, subimos por la tubería al comienzo del canal, lo recorrimos hasta la senda de los Galgos, bajamos de nuevo al Chíllar, subimos al collado Jiménez, bajamos al barranco del Espejo, subimos al collado Garzón, bajamos al barranco Ancho, subimos al collado de Frigiliana, bajamos al collado del Pinto, subimos a la Cruz del Pinto, bajamos al Chíllar y finalmente, subimos a San Juan de Capistrano. Total, un sube y baja incesante.
Tiempo nublado, con excelente temperatura y sólo chispeó de 10 a 12 sin que tuviésemos que emplear los impermeables. El Chíllar con un chorro enorme de agua que dificultaba su cruce y la acequia recién limpiada. Pocas flores pero un ambiente fenomenal en el grupo, como siempre. Rafa pudo matar en parte su hambre de sierra y encarar con mejor ánimo lo que queda de trimestre en las llanuras parisinas.
El grupo en la acequia
17 de octubre de 2010
11 de octubre de 2010
Salida día 16 de Octubre: Fábrica de la Luz de Canillas de Albaida - Cortijo de los Aguaderos
Fábrica de la luz de Canillas de Albaida- Cortijo de los Aguaderos
Carlos, Ricardo, Victoria, Cecilio, Nico, Lola Valle, Paco Zambrana, Paco Ponferrada, Manuel de Málaga, Jerónimo y Jesús.
Equipo rejuvenecido con los ya habituales Victoria-Cecilio y Nico como novedad.
El arroyo de la Cueva del Melero venía rebosante de agua y en la misma Fábrica recibía el aporte del de la Llanada de Turvilla para juntos bajar ya hacia Canillas. Y esto al principio de octubre cuando el estiaje suele ser máximo.
La senda tradicional era cruzar el arroyo de la Cueva del Melero justo debajo de la cueva, pero nuestra mala experiencia de hace dos años, nos hizo cambiar e intentar la subida por el castañar del cortijo del Chaparral. Hasta allí el arroyo de la Cueva llevaba su chorrillo de agua que se acrecentaba con los aportes de las cañadas al este y al oeste. ¡Qué maravilla de agua! ¿Cuándo volveremos a ver un año así?
Pasamos por el cortijo del Chaparral, aún activo y ocupado, y enfilamos lomo arriba la empinada pendiente detrás de Manuel por donde la maleza nos dejaba. Hubo allí senda que zigzagueaba por la ladera. Lástima que se haya perdido.
Nada más tomar el carril de los Tajos de la Chapa, Jerónimo divisó la primera lepiota. Después vinieron más y más champiñón silvestre, junto a algunos nízcalos, lo que nos decidió a dejar el carril y subir por el cortafuegos. En él sufrimos repechos duros, pero también acumulamos más setas.
Al llegar a la cresta tuvimos la sorpresa de la jornada: apareció Cayetano y su perra. Él, que tanto tiempo ha estado en el más allá, que había anunciado su aparición hace semanas, llegó a nosotros inesperadamente, sin avisar. Con él descendimos al cortijo de los Aguaderos por un carril completamente destrozado por el agua y con él almorzamos junto al manantial del arroyo Malinfierno. ¡A ver si no te haces esperar tanto!
Regresamos a la cresta y continuamos al oeste para bajar por el cortafuegos-carril de la loma de los Carneros al Turvilla y a la Fábrica. Por cierto, que el Turvilla tiene una bonita poza con cascada incluida poco más arriba de la desembocadura. Esta alternativa de la loma de los Carneros hay que tenerla en cuenta en el futuro porque es una bajada y subida más cómoda que la loma del Chaparral.
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En fila
4 de octubre de 2010
Salida día 9 de Octubre: Lanjarón - Casa Forestal de Tello
Chumbos ,desnivel y acequia de otoño. Jerónimo ,Jesús, Beatriz ,Victoria ,Cecilio, Manuel ,Miguel y las Lolas.
A un olmo seco
Al olmo viejo, hendido por el rayo
Arraigados y viejos , conviven los castaños con un presente rápido, sutil y envasado. Hay en el Castañar de Lanjarón , un castaño que recita al olmo seco de Machado. La vida que brota en una rama seca, podrida en su metáfora. Es éste uno de los castaños viejos, centenarios o bicentenarios que viven en el camino hacia El Tello. Brota en una de sus ramas secas, alguna hoja fresca, muy verde y un ramo grande de castañas cubiertas de erizos. Castañas protegidas del otoño alpujarreño.
Señala Lola la rama fresca. Miro y admiramos juntas la supervivencia, el ímpetu. Se sostiene la rama en una madera cansada. Acompañan a este árbol troncos carcomidos que confunden la madera con la tierra. Madera que ya no sirve para carpintería, comenta la voz experta de Victoria. Fuego de invierno en casas deshabitadas.
No muy lejos, haciendo muestras de fuerza y de otro modo de sobrevivir, miramos un castaño con tres troncos, tres pies, tres ramajes. Castaño tricentenario donde parece habitar la Santísima Trinidad o la Santa Compaña, más propia en estos caminos paganos. Observa Jesús esta belleza junto a la vereda, nos consuela de la falta de cultivo que expresan estas ruinas.
Antes de llegar al Tello hemos dejado atrás, entre los castaños, almendros en mitad de la maleza, algunos olivos y una hilera de pencas .Jerónimo nos pela unos chumbos que nos dan sabor y fuerza para subir la cuesta. Últimos testigos ya del verano.
Agua, una cascada, un puente. Acequias y balates que apuntan hacia un pasado agrícola; alguna llanura que estuvo labrada entre tanto pecho y repecho.
Resaltan casas de piedras a ambos lados del camino con ventanas pequeñas, pizarras alpujarreñas, tejados planos .Casas deshabitadas donde entran la lluvia y la maleza.
Algunas casas empiezan a habitarse: perros que ladran, mujeres rubias en el camino, un hombre vigilante tras las piedras. No es la presencia agrícola de antaño. Es la presencia de una mirada al campo desde el ocio.
Dejamos EL Tello y con niebla intentamos subir al Ventura, cada vez menos señales de cultivo y más señales de Caín con un campo de secuoyas quemadas. Éstas secuoyas tampoco sirven para la carpintería, quizás para el fuego de las casas restauradas. No llegamos a la cumbre pero sí sentimos el otoño, la lluvia , el olor a tierra mojada. Oímos abrirse alguna castaña de la rama fresca. El milagro de la vida .Y esta vez , apenas se bebió una botella de vino. Desde el coche contemplamos el balneario.
Mi corazón espera
(Antonio Machado)